Guerra dos Sexos («Guerra de los sexos» / título internacional: ¿Pelea o Amor?) es una telenovela brasileña producida por la Rede Globo que se estrenó el 1 de octubre de 2012, sustituyendo Encantadoras y reemplazando Laberintos del corazón.
Es un remake de la telenovela homônima escrita por Silvio de Abreu, con la colaboración de Daniel Ortiz, dirigida por Ary Coslov, Ana Paula Guimarães y Marcelo Zambelli, con la dirección general y de núcleo de Jorge Fernando.
Protagonizada por Irene Ravache y Tony Ramos, co-protagonizada por Glória Pires, Reynaldo Gianecchini, Eriberto Leão, Mariana Ximenes, Luana Piovani y Edson Celulari con participaciones antagonicas de Guilhermina Guinle, Mayana Moura y Bianca Bin.
Sinopsis[]
Una herencia millonaria une a la divertida Charló (Irene Ravache) con su despreciable primo Octavio (Tony Ramos). El legado, que incluye una mansión y una cadena de tiendas, exige que los bienes permanezcan en la familia. Y, como nadie quiere perder su parte, los dos deciden compartir tanto la mansión como la administración de las tiendas, a pesar del mutuo odio mortal que sienten el uno por el otro - ante la desesperación de Felipe (Edson Celulari), hijo adoptado de Charlô y mano derecha de Octavio.
La casa acoge también a Nando (Reynaldo Gianecchini), el chofer de Octavio, y Juliana (Mariana Ximenes), nieta de Charló. Nando siente un amor platónico por la joven, que, además de no hacerle caso, mantiene una relación con Fábio (Paulo Rocha), un fotógrafo casado. Sin esperanza de ver correspondidos sus sentimientos, el chofer tiene una aventura con la empresaria Roberta (Glória Pires), proveedora de la cadena de tiendas. Pero cuando Nando y Juliana acaban solos en una isla desierta, las dificultades naturales de la situación hacen lo que parecía imposible: la millonaria se enamora del conductor, dejando a un lado las diferencias sociales. Ahí empieza una relación marcada por muchas peleas y altibajos pero, a pesar de todo, por mucho amor.
En la disputa por los bienes todo vale. La pelea entre los primos se agrava aún más cuando los dos hacen una apuesta: en el plazo de 100 días, Charló y su equipo deberán aumentar el beneficio de las tiendas. Si fallan, ella tendrá que prescindir de la herencia en favor de Octavio. Pero si ellos ganan, es Octavio quien perderá todo. En medio de todo, las relaciones no dan tregua y hacen que la competición sea aún más emocionante, dejando a los participantes entre la guerra y el amor.
Galería[]
